Amigas y amigos: Finalmente el día de ayer recibí por parte del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (SIMAS) la situación que guardan los 78 pozos que actualmente abastecen de agua a la ciudad de Torreón en relación a la contaminación de arsénico, metaloide que es altamente dañino para la salud humana.
Dicho reporte informa lo siguiente: El total de pozos en operación es de 78, de los cuales:
33 pozos (42%) registran agua fuera de la Norma Oficial Mexicana (0.025 mg/lto.)
45 pozos (58%) contienen arsénico dentro de la Norma Oficial Mexicana.*
*Aquí se incluyen 8 pozos que ya cuentan con filtro antiarsénico.
(49 pozos (64%) contienen arsénico fuera de la Norma Internacional.)
Antecedentes: En octubre de 2010, SIMAS informó que existían 19 pozos arrojando arsénico fuera de norma y que las nuevas perforaciones estaban arrojando altos niveles del metaloide.
En mayo de 2012, SIMAS informó que ya se habían detectado 26 pozos contaminados con arsénico fuera de norma.
Los propios funcionarios de SIMAS han venido informando que las últimas perforaciones realizadas para sustituír pozos agotados, se están haciendo a profundidades mayores de 400 metros (El Siglo de Torreón, 27 de agosto de 2010) y con muy malos resultados porque los contenidos de arsénico están muy por encima de la norma.
En suma, la contaminación por arsénico del agua "potable" de la ciudad de Torreón continúa imparable en paralelo natural con la baja del nivel freático del acuífero. A mayor profundidad mayores son los contenidos de sales perjudiciales a la salud.
Desde luego ni para que asomarnos al interior de la Región Lagunera. Bien sabido es que los pobladores de los municipios de Francisco I Madero, San Pedro, Matamoros y todos los ejidos enclavados en dicha área, desde hace muchos años han padecido el arsenicismo y que en realidad poco se ha hecho para ayudarlos. Tampoco se salvan nuestros vecinos de la Región Lagunera del estado de Durango.
El nivel de los acuíferos laguneros se sigue abatiendo dada la sobreexplotación a la que se le ha sometido pues no existe autoridad para meter en cintura a los causantes del abatimiento. No es pues aventurado predecir, como lo han venido advirtiendo los ambientalistas locales, nacionales y extranjeros de que en unos cuantos años más, La Laguna y sus laguneros nos veremos en serios problemas ambientales de escasez y grave contaminación del agua del subsuelo.
Les envío un cordial saludo. Héctor Astorga.
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