lunes, 25 de agosto de 2014

Estructura interna de Cuencas Centrales del Norte

Sin excepción, todos los directores de Cuencas Centrales del Norte que han desfilado por esta dependencia federal en los últimos once años, han declarado, a su arribo, que vienen a poner en orden la explotación del acuífero. Declaran que ¡ahora sí cada uno de los pozos concesionados contarán con su medidor volumétrico para evitar la sobreexplotación y que todo quedará bajo control de tal forma que efectivamente se limite la extracción a los 600 millones de metros cúbicos anuales establecidos desde 1991. Pero siempre ha quedado sólo en la promesa inicial. "Algo" poderoso e importante han encontrado los directores sucesivos de Cuencas Centrales del Norte que les impide llevar a cabo sus buenos propósitos.

Y ese "algo" lo descubrí en poco más de un año de buscar información en la Ley de Aguas Nacionales y en la propia dependencia después del intercambio epistolar de varios meses que sostuve con el actual Director de Cuencas Centrales del Norte, ingeniero Armando García Triana, cuyas valiosas respuestas conservo en mi poder e iré dando a conocer en este blog.

Revisando la Ley de Aguas Nacionales encontré que en su Artículo 13 le abre las puertas a los usuarios del "agua rodada" (la que procede de la presa Lázaro Cárdenas) y del agua subterránea, para que sean ellos quienes administren dicho recurso sin contar prácticamente con la intervención decisiva de la "autoridad del agua", o sea, CONAGUA. En principio, esta disposición pudiera sonar muy democrática pues en teoría llama a que los asuntos de la política hídrica lagunera sean discutidos y determinadas por los propios interesados (ejidatarios, muy pequeños propietarios y grandes productores agropecuarios) pero en la práctica y a la hora de las votaciones de algo, siempre se imponen no los representantes de la mayoría, sino el o los representantes de los intereses de los más poderosos económica o políticamente hablando. ¿Le suena esto familiar en los tiempos que corren?

Bajo este Artículo 13 (y bises) se ampara el denominado Consejo de Cuenca, mismo que "no está subordinado" a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), o sea, que se maneja con independencia de la autoridad federal del agua. Así lo dice la ley.

Y dentro de este mismo Consejo de Cuenca, existen varios Comités auxiliares del Consejo que tampoco están subordinados a la CONAGUA. Entre estos Comités destaca uno, el Comité Técnico del Agua del Subsuelo o Subterránea (COTAS), que es el que finalmente decide todo lo referente al agua subterránea de la Comarca Lagunera sin que, como ya se dijo, tenga que rendirle cuentas a la "autoridad del agua". ¿Y sabe quién maneja este importantísimo Comité? Lo adivinó usted. Lo integran los grandes productores agropecuarios o sus designados. ¿Y sabe usted que el COTAS es una Asociación Civil? Vale preguntarse ¿qué hace una Asociación Civil (personas del sector privado) incrustado en una dependencia federal y tomando decisiones trascendentales sobre el recurso  agua y disponiendo a su libre albedrío sobre un bien público y vital que pertenece a todos los laguneros?

El COTAS es ese "algo" que por su directa y evidente conveniencia ha solapado la sobreexplotación del acuífero lagunero y ante el cual los sucesivos directores de Cuencas Centrales del Norte han tenido que doblar las manos,  aunque no los deja sin responsabilidad, ya que por una parte no se han atrevido a denunciar tal situación que los pone en evidencia y, por la otra, que aún existen mandatos de la ley en que sí pueden ejercer toda su autoridad, por ejemplo, en la exigencia de que todos los concesionarios instalen los medidores volumétricos a que están obligados al obtener la concesión y de establecer un sistema estricto de vigilancia del buen funcionamiento de dichos medidores para que el concesionario se limite a extraer exactamente el volumen que se le ha concedido.


Para que se lo imagine, en este preciso momento sigue bajando el nivel de agua del Acuífero Lagunero hasta llegar a la pérdida de 3.5 mts anuales. Las bombas extractoras trabajan noche y día sin ninguna vigilancia, y extraen lo que se les pega la gana a "los concesionarios". Para estos depredadores no importa el futuro de La Laguna. ¡Hay que enriquecerse hoy!

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